Los monjes artistas del Monasterio Drepung Loseling son particularmente reconocidos por sus cantos multifónicos, conocidos como zokkay. En ellos los principales cantantes entonan tres notas simultáneamente, creando un acorde completo. Los tibetanos son los únicos en el mundo que cultivan esta habilidad vocal extraordinaria. Estos cantos generan vibraciones que propician la sanación física y mental, así como la purificación del espacio. Su propósito es inducir un estado de armonía y bienestar y liberar la mente de los hábitos egocentristas, lo cual conduce a la paz interior.